Durante la Edad Media destacan dos estilos arquitectónicos claramente diferenciados: el románico y el gótico. Uno se caracteriza por construcciones bajas, sobrias, robustas, de muros anchos y poca luz en su interior. El otro, despega hacia el cielo con muros altísimos y esbeltos, bóvedas que aguantan el inmenso peso de los edificios y vidrieras que […]