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Los juegos de mis abuelos 4º curso

En las próximas sesiones vamos a recordar algunos de esos juegos muy antiguos a los que jugaban nuestros abuelos y que, por desgracia, poco a poco van desapareciendo. Verás que algunos de esos juegos te resultan conocidos y que incluso los has practicado. Sin embargo, otros, los desconocerás ya que en los últimos años se está produciendo un excesivo protagonismo de algunos juegos y deportes debido, en parte, a la influencia de la televisión y la publicidad.

Pese a todo lo señalado vas a poder comprobar lo divertidos que resultan estos juegos y además vamos a hacernos una idea de cómo se divertían antiguamente. Veremos también algunos aspectos que van unidos a estos juegos (costumbres, tradiciones, canciones que los acompañan, etc.).

Los juegos de este tipo que vamos a recordar son muy variados:

– Hay muchos juegos de carrera como las carreras con pies juntos, a la pata coja, de carretilla, de burros, policía y ladrones, marro, la cadena, las 4 esquinas, la araña, el cortahilos, la peste,……

– Son también numerosos los juegos de esconderse, entre los que podemos citar el escondite, el bote-bote, carabi-caraba, el chocolate inglés, ……

– De todos son conocidos los juegos de saltos como el de “a la una ……”,el correcalles, el llamado chorro morro, churro o también burro con el conocido “churro, media manga, manga entera o patatón” o formulas similares.

A la una anda la mula A las dos el reloj A las tres Pepito, Manolito y Andrés A las cuatro un buen salto A las cinco un buen brinco A las seis merendé A las siete pan y leche A las ocho un bizcocho A las nueve empina la bota y bebe A las diez otra vez A las once llama el conde A las doce le responde A las trece ya amanece A las catorce ya es de día y empieza otra vez la vuelta sin parar todo el día.

Si alguno no podía saltar, se caía al hacerlo o confundía las palabras a pronunciar, le tocaba poner.

 

– Entre las chicas tenían mucha aceptación los juegos de cuerda acompañados de canciones tipo “popeye marino………..” o “al pasar la barca…..”.

Soy la reina de los mares guardadito en el bolsillo
de los mares vengo a ser. en un sobre de papel!
Tiro el pañuelito al suelo Que una, que dos, que tres
y lo vuelvo a recoger que salga la niña
Pañuelito, pañuelito que va a perder.
¡Quién te pudiera tener
Al pasar la barca las niñas bonitas
me dijo el barquero no pagan aquí
las niñas bonitas Yo no soy bonita
no pagan dinero. ni lo quiero ser
La volvía a pasar yo pago dinero
me volvió a decir como otra mujer.

– Unos de los juegos que prácticamente ha desaparecido son los de las tabas que tenían diferentes posibilidades. Lo mismo sucede con los de cromos (volteándolos o dejándolos caer de una altura para intentar tocar los cromos de los demás).También los de la trompa y las canicas se ven muy poco. Sin embargo se ha producido una cierta recuperación en el juego del diábolo.

Una taba es simplemente un astrágalo, es decir un huesecillo de las patas de las ovejas, corderos y carneros, que desde hace miles de años ha venido empleándose para jugar.Las excavaciones arqueológicas han proporcionado numerosos testimonios de tabas desgastadas por un uso continuo; también en una escultura griega conservada en el Museo de Berlín puede observarse a una mujer jugando con tabas. Y es que, según parece, hasta la invención de los dados, fabricados de marfil u otro material, las tabas, que también tienen seis caras y todas distintas, eran empleadas en todo tipo de juegos, incluidos los de azar.Hasta hace no muchos años las tabas fueron probablemente el juego más practicado por las niñas, especialmente, durante los largos días del otoño y el invierno.

Todas las niñas tenían su pequeña colección de tabas que iban consiguiendo poco a poco, cada vez que en casa se comía un cordero o una oveja. A veces había auténticas riñas entre hermanas por conseguir el preciado huesecillo, al que, una vez extraída la carne, había que limpiar y curar. Cuentan que antiguamente colocaban la taba cerca de un hormiguero para que las hormigas comieran todos los restos y quedase una taba perfecta. También sabemos que en ocasiones las tabas se teñían con anilina u otra sustancia para mejorar su aspecto.

El gua

Para empezar debía contarse con un gua, un pequeño hoyo de forma semiesférica, practicado en el suelo, con una profundidad de 3-5 cm. (normalmente estaban hechos de otros días, si no se hacía en un momento). A una distancia de unos 3-4 metros se trazaba una raya.

Al comenzar el juego los participantes lanzaban su canica desde el gua a la raya para determinar el orden de participación. Comenzaba el que más cerca había quedado de la raya, que además ponía las condiciones.

Desde ese momento los jugadores lanzaban sus bolas intentando introducirlas en el gua. A medida que lo iban consiguiendo tiraban a dar a las canicas de los demás. Entre la bola que tiraba y la que golpeaba debían quedar siempre unas distancias determinadas tras lo cual debía meter gua de nuevo. Se eliminaba así al rival, que debía pagar una canica. El juego seguía hasta que quedaba un único jugador.

El juego sufría continuas alteraciones y riñas. Unos se acusaban a otros de «meter manga» (alargar la mano al tirar más allá de la cuarta reglamentaria), se discutía de si cabía el  dedo, de si alguien había movido la bola…

El juego admitía diversas variantes, así podía jugarse «a matar«, en cuyo caso no era preciso meter gua y dar dedo, cuarta…, bastaba con golpear la bola del rival.

Otra variante practicada en ocasiones era jugar «a sacar«. Se trazaba un rectángulo o cículo donde cada participante depositaba una bola; tras determinar el orden, tirando a raya, como en el caso anterior, se lanzaba contra las bolas depositadas, ganándose las que se conseguían sacar de la zona.

Los chavales solían tener bastantes canicas, bien porque las compraban, las ganaban o las conseguían de diversas formas, así abundaban las de hierro, que se sacaban de cojinetes viejos obtenidos por los más complicados métodos. Todos solían tener una bola favorita que utilizaban para jugar, pero si perdían nunca entregaban ésa, sino otra cualquiera. Las canicas se empleaban también como moneda de pago en otros juegos, como en la peonza.

– Los juegos tradicionales que tuvieron más aceptación se convirtieron en deportes con unas reglas uniformadas y con federaciones que regulan y organizan las competiciones. Es el caso del sokatira y la pelota en sus múltiples modalidades. En la ribera la más practicada ha sido la de pala.

Son también curiosas las formas de elección que a veces acompañaban a estos juegos. Seguro que vuestros abuelos recuerdan el “a pares o nones”, “echar pies” o canciones como la de “pito, pito, …..”.

 

Pito, pitoColorito¿Dónde vastan bonito?A la eraVerdaderaPin, pun, fuera

 

Madre e hijo fueron a misa,

Se encontraron con un frances,

Le dijeron ¿Qué hora es?

La una, las dos, las tres,………

Las ocho con pan y bizcocho

Liebre, cazador, guardia y ladrón

 

 

En la casa de Pinocho

Todos cuentan hasta ocho

Pin uno, pin dos, pin tres

………..Pin ocho

 

 

Mi papa tiene un cajón

Lleno de puntas

Dimé niño ¿Cuántas son?

 

 

Don pepito el verdulero,

Se cayo en un sombrero.

El sombrero era de paja,

Se cayo en una caja,

La caja era de cartón

Se cayo en el cajón

El cajón era de pino

Se cayo en un pepino

El pepino maduro

Y don pepito se salvo.

 

En definitiva, vamos a intentar retroceder unos años hacia atrás y ver ese mundo tan interesante de nuestros abuelos. Por eso en estas sesiones lo importante no es mejorar unas determinadas habilidades sino aprender juegos, normas, canciones, aspectos curiosos de algunos juegos, etc.

Para la evaluación de la Unidad Didáctica  tienes que hacer un comentario a esta entrada en el que de forma resumida nos cuentes un juego tradicional que te haya contado algún miembro de tu familia. Si es posible, este juego tendrá más valor si te lo cuentan tus abuelos ya que entonces estaremos hablando de un juego más antiguo.